martes, 18 de octubre de 2016

DIOS EN LA HISTORIA DE ISRAEL


Dato fundamental


Todo este dinamismo de la relación con Dios del Pueblo de Israel es el contexto en el que tenemos que situar su revelación definitiva en Jesús. Él es la razón fundamental por la que Dios eligió a Israel para ser su pueblo elegido. Dios no tenía por qué tener un “pueblo elegido”, pero Él decidió hacerlo de esa manera. Jesús habría de venir de alguna nación o pueblo, y Dios eligió a Israel.




BREVE RESEÑA HISTÓRICA

La actuación de Dios en la historia de un pueblo comienza con  La historia de los patriarcas la cual es conocida por los cinco libros que conforman el Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Sin embargo, al principio esta historia era relatada, es decir, transmitida oralmente de generación en generación; mucho tiempo después estos relatos fueron redactados por escrito, recogiendo las tradiciones orales, una vez el pueblo empezó a tener conciencia de la importancia y el sentido de su propia historia.
Esta historia de los patriarcas no es una simple historia que relata unos acontecimientos. Se trata del profundo significado que YHWH da a esa historia misma dentro del Plan de Salvación que tiene para todos los hombres.

“Después de la etapa de los patriarcas, Dios constituyó a Israel como su pueblo salvándolo de la esclavitud de Egipto. Estableció con él la Alianza del Sinaí y le dio por medio de Moisés su Ley, para que lo reconociese y le sirviera como al único Dios vivo y verdadero, Padre providente y juez justo, y para que esperase al Salvador prometido (cf DV 3)
La historia de Israel comienza con el pacto de Dios con Abraham, aproximadamente en el 2.000 a.C.: "Y haré de ti una nación grande" (Génesis 12:2). El nombre "Israel" (significa "el que lucha victoriosamente con Dios" o "un príncipe que prevaleció con Dios") proviene del nuevo nombre que Dios le dio al nieto de Abraham, Jacob, después de que Jacob sostuvo una lucha espiritual en Jaboque (Génesis 32:28). Es en este punto que los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob son referidos a menudo como los "Hijos de Israel."

La  elección de Israel  como una Nación Especial

La historia de Israel se remonta más allá del 2.000 a.C. De hecho, la elección de Israel como una nación especial fue parte del plan de Dios desde el principio de los tiempos. La elección de Israel por Dios como Su "pueblo elegido" no radica en un tamaño especial, naturaleza, o atracción. En realidad, la nación de Israel era la menos numerosa entre todas las naciones (Deuteronomio 7:6-8). Pero Dios escogió a este pueblo debido a Su amor por ellos y a Su pacto incondicional con Abraham. Esto no significa que Dios amó a Israel más que a otros pueblos, sólo que Él quiso utilizar a Israel como su instrumento para amar y bendecir a todo el mundo. El plan de Dios desde el principio fue traer al Mesías por medio de Israel, para actuar como el salvador del mundo entero.

UNA SÍNTESIS HACIA UNA LÍNEA DE TIEMPO

La historia de Israel, como la detalla la Biblia, comprende cerca de 1.800 años. Proclama un dinámico relato de los milagros, juicios, promesas, y bendiciones de Dios. Israel comienza con una promesa unilateral a un solo hombre, Abraham. Por más de 400 años, Abraham y sus descendientes confiaron en esa promesa, hasta durante un periodo significativo de esclavitud en Egipto. Entonces, por medio de una serie de sorprendentes eventos milagrosos, Dios libera a los israelitas de Egipto en el Éxodo (hebreo: "salida"). El Éxodo es el evento que la mayoría de los judíos consideran como la fundación de la nación de Israel. El Éxodo es el acto de liberación que los israelitas recuerdan como la demostración del amor y la protección de Dios para Israel. Una vez que se completó el Éxodo, Dios estableció un pacto incondicional con los israelitas en el Monte Sinaí. Es allí que Dios proclamó Su ley (los Diez Mandamientos). Es allí que Dios prometió bendiciones por el cumplimiento de Su ley y maldiciones por el quebrantamiento. El resto de la historia de Israel, como lo registra la Biblia, es un continuo ciclo de bendiciones y castigos por la obediencia y desobediencia de la Ley de Dios. A través de tiempos de victoria y derrota, reyes y jueces, sacerdotes y profetas, restauración y exilio - los israelitas son bendecidos cuando obedecen a Dios y disciplinados cuando no lo hacen. Como nación, Israel fue destruido por los romanos en el 70 d.C. En ese tiempo, los judíos se esparcieron por todo el mundo, manteniendo la esperanza basados en las promesas proféticas de una eventual reunión en la tierra escogida que Dios le dio a Israel. En 1948, al cabo de casi 1.900 años, Israel fue declarada de nuevo una nación soberana y oficialmente re-establecida en la tierra prometida. A través de una serie de eventos milagrosos, incluyendo la recaptura de Jerusalén por los judíos en 1967, esta generación está presenciando el cumplimiento de las profecías con respecto a la nación especial de Dios.

El éxodo:
se  refiere al verdadero origen del pueblo de Israel, en el plano religioso e ideológico, y se convierte en el episodio clave para entender la historia del pueblo Israelita y su religión, a través de la narración de dos eventos principales, el primero el clamor de los israelitas esclavizados en Egipto, los cuáles fueron escuchados por Dios, quien los hizo pasar de la esclavitud a la libertad en medio de grandes maravillas, el punto culminante de este evento, es el canto triunfal de Moisés que celebra la liberación de Israel y la victoria del Señor sobre los enemigos de su Pueblo. El segundo suceso, describe el encuentro del Señor con Israel en el monte Sinaí;  después de haber mostrado su amor y su poder, Dios establece su Alianza con los israelitas y promulga su Ley por medio de Moisés.

La monarquía:
Posterior a la conquista de la tierra prometida y del periodo de los Jueces, el pueblo de Israel se organizó políticamente bajo la autoridad de reyes; Saúl fue el primer rey de Israel, que fue sucedido por David, el gran rey de Israel que logró unificar toda la nación; David, por su parte, fue sucedido por su hijo, Salomón, que fue el rey que construyó el gran templo de Jerusalén, fue famoso por su sabiduría, riqueza y poder; considerado el hombre más sabio que ha existido en la Tierra.  A la muerte de Salomón, Israel se dividió en dos: el reino del norte (Israel), y el reino del sur (Judá), como consecuencia de esta división, los reinos quedaron empobrecidos y a merced de los grandes imperios vecinos.


EL DESTIERRO A BABILONIA:
En el año 732, el rey Sargón II, de Asur se toma a Damasco, población vecina de Israel del Norte y Judá; en el año 721 cae Samaría, luego de la incursión que se hiciera al Reino de Israel del Norte, el cual desaparece, incluyendo las diez tribus que en él habitaban.
Es muy probable que los levitas que se refugiaron en Jerusalén, luego de la destrucción de Samaría por parte del Imperio Asirio que deportó a todos sus habitantes, se hayan llevado los textos sagrados del Deuteronomio (segunda ley), que era propia de Israel del Norte, y la hayan escondido en la biblioteca del Templo de Jerusalén.
En el 701, el Rey Sennaquerib, sitia a Jerusalén, pero lo levanta.
Durante el reinado de Ezequías, predica el profeta Isaías; en el reinado de Josías, predican los profetas: SOFONIAS, NAHUN, HABACUC  y JEREMÍAS.

LA RECONSTRUCCIÓN Y EL NACIMIENTO DEL JUDAÍSMO:
El pueblo aprendió en el destierro que debe ser fiel a la alianza con Yahvé, su estancia en Babilonia cambia la visión de Dios quien ya no sólo es el liberador sino el creador, el Señor de todo; cuando termina el destierro regresa a Israel y debe reconstruir la ciudad a nivel espiritual y a nivel materia; está reconstrucción se lleva a cabo gracias Esdras y Nehemías; quienes

LOS MACABEOS:
a lo largo de la historia de Israel, se muestra como el pueblo se fue transformando y fortaleciendo su fe en los momentos de persecución, en esta etapa, después del Imperio persa y de Alejandro Magno, el pueblo sufre en manos de los sucesores del gran conquistador quienes quieren helenizarlos; el pueblo judío lucha por su libertad religiosa y política bajo la dirección de la familia Macabeo, con Judas Macabeo como figura central.

EL IMPERIO ROMANO ANTES DEL NACIMIENTO DE JESÚS:
 Llegando a la  última etapa de la historia de Israel, época que precede al nacimiento de Jesús; en ese momento el Imperio Romano entró a dominar el mundo conocido e Israel hace parte de esta dominación. El pueblo judío nuevamente se ve afectado por un nuevo Imperio ‘’El Romano 'que exigían tributos al pueblo ya sea personales o territoriales para el Cesar. - Se espera la venida del Mesías –Salvador, enviado por Yahvé para rescatar nuevamente al pueblo oprimido. Israel espera a un Mesías guerrero, desafiante poderoso y vengador, al estilo del antiguo testamento, pero resultará que viene lo menos esperado para ellos, por eso es que los Judíos hasta ahora, siguen en esa espera por que no creyeron en Jesús. Hombre humilde y lleno de paz.
EL PROPÓSITO FINAL DE DIOS,
 Sentido espiritual para el cristiano


¿Por qué tanto de la Biblia se enfoca en la historia de Israel y el futuro de su pueblo? ¿Por qué una nación es llamada "el pueblo elegido de Dios"? Estas preguntas son contestadas cuando examinamos el propósito final de Dios para Israel.

 Cuando Dios le dio Su promesa incondicional a Abraham de que haría de sus descendientes una gran nación, Dios también prometió bendecir a todo el mundo a través de esa nación (Génesis 12:1-3). Por lo tanto, Israel nunca fue considerado como el único recipiente de las bendiciones de Dios, sino en cambio, como un canal para las bendiciones de Dios para toda la humanidad. Los milagros de Dios con Israel, tales como la dramática liberación de Egipto, no estaban destinados solamente para los israelitas mismos, sino para evidenciar el absoluto poder y singularidad de Dios ante un expectante mundo politeísta (Éxodo 7:5; 14:18; Josué 2:9-11). El Mesías que vendría a través de la nación de Israel, siempre estuvo destinado a ser el Salvador de toda la humanidad (Isaías 49:6). El Antiguo Testamento también contiene muchas invitaciones dirigidas al mundo entero para venir y adorar al único Dios verdadero en Israel (Salmo 2:10-12; 117:1).

Hoy en día, la promesa de Dios a Abraham está siendo cumplida todavía. Por consiguiente, la promesa de Dios de bendecir a todos los pueblos a través de Israel es absolutamente evidente todavía. Las enseñanzas, muerte y resurrección de Jesucristo, y el crecimiento e influencia de Su iglesia, fueron posibles a través de la elección por Dios de Israel como Su pueblo. Todos los pueblos que acepten a Jesús como su Mesías, ya sean judíos o gentiles, reciben las grandes bendiciones de Dios, canalizadas a través de Su pueblo elegido, la nación de Israel.






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